Te cuento cómo fracasé con mi última idea de negocio en apenas 24 horas y por qué es importante que tú también falles rápido.

La marina de Copenhague, en Dinamarca, donde desarrollé la idea.

Y esto ocurrió mientras visitaba Copenhague, Dinamarca.

La "gran" idea

Hace un par de semanas tuve una gran idea (o eso pensé yo). La plataforma de mi curso online Lanzzame había gustado mucho y se me ocurrió que podía aprovechar la misma estructura web para crear una plantilla ya preparada para que otra gente pudiese tener también una plataforma desde la cual crear y gestionar su curso online.

La idea se basaba en las siguientes suposiciones:

  1. Crear un curso online es una buena manera de complementar la venta de servicios y generar unos ingresos extras, además de ser una herramienta para destacar como experto en tu sector.
  2. Tener una plataforma online propia requiere una inversión elevada de tiempo y conocimientos (si te la haces tú) o económica (si te la desarrollan personalizada).
  3. Las plataformas de terceros (Udemy, Teachable, Tutellus...) son una buena opción para empezar o para un perfil determinado por su sencillez de uso y mínima inversión inicial, pero a largo plazo sus condiciones (política de precios, comisiones, etc.) hace que sean menos rentables.
  4. Existe un nicho de mercado interesado en tener una plataforma propia y que sacrificaría personalización a cambio de reducir el precio.

¿Qué hice? ¿Me puse a desarrollar la plantilla de la plataforma? ¿A diseñar una demo para que pudieses ver el diseño final? ¿Me puse a grabar los vídeo-tutoriales explicativos? ¿A redactar la guía PDF? ¿A diseñar una marca y un logotipo con alma?

No. Todo eso me habría llevado varias semanas y ni siquiera me habría asegurado su rentabilidad.

En lugar de eso lo que hice fue lo siguiente:

  1. Compré el dominio miacademiaonline.com. Me costó menos de 10 euros.
  2. Creé una landing page de pre-lanzamiento (que aún puedes ver aquí) donde expliqué en qué consistía Mi Academia Online, dando la opción de adquirir el servicio/producto a mitad de precio a sabiendas que tardaría un poco más por estar en desarrollo.
  3. Redirigí el dominio a la página de pre-lanzamiento y la compartí con un segmento de suscriptores que habían indicado estar interesados en crear su propio curso online.

Apenas tardé unas horas en implementar todo esto.

¿Y cuántas ventas tuve?

Cero.

¡Boooom! Exitazo.

Me había equivocado en la cuarta suposición: No existía tal nicho de mercado. La mayoría de gente que crea un curso online elige una plataforma de terceros por su nula o reducida inversión inicial. Y la minoría que "va más en serio" y que quiere los beneficios de tener una plataforma propia no les importa invertir un poco más en tener algo mucho más personalizado y a medida del proyecto.

Pivotaje y aprendizaje

Obviamente lo que hice no fue eliminar la página y olvidarme del proyecto, sino pivotar y modificar esa página (así ha quedado la actual) para enfocar el servicio a ese nicho de mercado que quiere una plataforma web propia y a medida donde crear y gestionar su curso online.

¿Por qué te cuento esto? Porque no te imaginas la cantidad de gente a mi alrededor que inicia su aventura emprendedora haciendo un montón de cosas menos la más importante:

Validar tu idea.

Olvídate del branding, del marketing, del growth hacking y del resto de -ings y céntrate en averiguar lo más rápido posible si tu idea es viable y poder así pivotar o cambiar tu modelo de negocio en caso que no lo sea.

¿Cómo puedes hacer esto?

  1. Deja de preguntar a tus amigos y familiares si tu idea les parece buena. ¡Claro que tu madre va a decir que le encanta! En lugar de eso habla con los que serán tus clientes, escúchales y entiende sus problemas. Pregúntales si estarían dispuestos a pagar por ese servicio/producto.
  2. ¿Puedes hacer un pre-lanzamiento o una pre-venta? Es interesante que incluya un incentivo (descuento en el precio, servicios extra...) que compense la incertidumbre del proyecto. Un ejemplo de esto son las plataformas de crowdfounding.
  3. No intentes crear un producto 100% finalizado y con todas las funciones que has pensado que quieres que tenga. En lugar de eso crea un PMV (Producto Mínimo Viable) con las funciones fundamentales y que le dan sentido. Posteriormente puedes ir añadiendo las secundarias a medida que escuchas a tus usuarios y/o clientes.

De esta manera evitarás haber gastado más dinero y estado más tiempo del necesario en una idea de negocio que has de revisar o abandonar.

Como dicen los americanos: Fail fast, fail cheap. Falla rápido, falla barato.

Y sigue trabajando.

Esta entrada pretende ser una respuesta general a todos los correos y mensajes que diariamente recibo preguntándome cómo se puede ganar dinero en internet o montar un negocio online.

Bosco Soler trabajando en su negocio online en una piscina de Bali, Indonesia

Trabajando después de una sesión de surf en Bali, Indonesia (2014)

Desde que hace 3 años cogiese mi mochila y decidiese dejar la arquitectura de lado para viajar y trabajar en remoto nunca he dejado de recibir mensajes de lectores que me preguntan cómo "ganar dinero por internet e irse a viajar por el mundo".

Esto no es nuevo. A raíz de mi participación en Yuzz, un programa de formación para emprendedores, varios amigos y conocidos me han ido contado sus ideas de negocio. No me considero alguien con la experiencia suficiente como para andar dando directrices, pero quizás la entrevista que me hizo Joan Boluda en su Late Show me haya animado a escribir esta entrada y a darte 3 condiciones que deberías tener en cuenta a la hora de evaluar una idea de negocio.

1 / Viabilidad de tu idea

Es la más obvia, ¿no?. El proyecto tiene que resolver un problema real con una solución adecuada.

Has de emplear tiempo conociendo el problema y la audiencia a la que te diriges, entender cómo están resolviendo ese problema hasta el momento (competencia) y si tu solución incluye una propuesta de valor única lo suficiente atractiva como para que sea adoptada. Has de estudiar el modelo de negocio y los flujos de ingresos y gastos, tus socios/aliados clave, los canales que vas a utilizar para darla a conocer, etc. Esto, como ves, va más allá de tener una idea.

Sin embargo que tu idea sea viable no debería significar un "me lanzo a la piscina de cabeza". ¡Y menos en el mundo online! Internet ha eliminado las barreras de entrada a la hora de montar un negocio y por menos de 100€ te puedes montar una web y empezar a vender un producto digital. Además de lo atractivo que resulta el poder trabajar con tu portátil desde cualquier lugar. Eso, y que se compita a nivel global y no local, hace que te estés lanzando a un mar completamente saturado, incluso en los nichos más específicos, y que con toda seguridad haya muchos otros con tu misma idea.

¿Qué va a hacer que tu proyecto destaque y triunfe por encima del resto? Que tengas en cuenta las siguientes dos condiciones.

2 / Empleo de tus fortalezas

Imagínate que dos personas tienen la misma idea: montar un ecommerce de café de Colombia. Ambos estudian la viabilidad del negocio y lo ven factible. Sin embargo uno ha vivido varios años en Colombia y el otro no, por lo que partiría con cierta ventaja al tener gente de confianza que pueda ayudarle desde allí. O que sabe montar una plataforma de ecommerce, o que sabe muchísimo sobre el café y sus variedades... ¿se entiende?

¿Qué fortalezas son las que hacen de ti la persona adecuada para llevar tu proyecto adelante? Puede ser conocimiento sobre la materia, sobre las herramientas, recursos económicos o de tiempo, contactos, etc. Pero si no utilizas tus fortalezas partes con desventaja respecto al que sí las utiliza.

Es sorprendente la cantidad de gente que veo que empieza un negocio online sin apoyarse en ninguna de sus fortalezas, simplemente porque ve un atisbo de viabilidad en la idea. Pero de nuevo, recuerda que internet es un mercado saturado y que antes o después vas a encontrar a alguien con una idea similar a la tuya.

Conócete, conoce tus fortalezas y piensa de qué manera puedes emplearlas para diferenciarte y destacar frente al resto.

3 / Pasión por el proyecto

¿Pasión? Sí, y mucha. Porque emprender es una carrera a largo plazo. Si lo que estás haciendo no te apasiona vas a querer tirar la toalla muchas veces, y vas a sentir el camino mucho más cuesta arriba. La pasión está relacionada con la entrega y con la perseverancia.

Esto es cuestionable, por supuesto. Y habrá gente que no lo contemple en la ecuación porque aspira a montar un negocio que le de dinero y permita jubilarse cuanto antes. Yo no opino así. Prefiero emplear mi tiempo en un proyecto que me apasione, que aporte valor y con el que disfrute trabajando, porque entonces no lo siento como trabajo.

Y es que realmente, en todos estos meses que he estado ideando, creando y mejorando Lanzzame, he disfrutado del camino y he aprendido a amar el proceso porque me apasionaba el proyecto.

En definitiva, ideas viables y maneras de ganar dinero en internet hay millones. Yo mismo tengo una libreta donde voy anotando ideas que pasan ya el primer filtro de viabilidad. La lista es considerable. Y es cierto que puedes sacar adelante tu negocio sin tenerte en cuenta, pero hay más posibilidades de que triunfe si se sostiene sobre tus fortalezas y cuenta con tu pasión como aliada.

¿Qué opinas? ¿Tienes estas condiciones en cuenta cuando se te ocurre una idea? ¿Falta alguna?

 

A finales del año pasado, cuando comenzaba a crear el contenido y la plataforma de mi curso de marca personal, me enfrenté al desafío de diseñar su imagen. Hoy comparto contigo cómo creé el logotipo de Lanzzame para que puedas usar el proceso como referencia en tus propios proyectos.

Tarjeta con el logotipo de Lanzzame

El error común al diseñar el logotipo

El error más común es empezar a diseñar el logotipo sin pensar en la marca, sin pensar en su "alma". Así caemos en logotipos superficiales que no transmiten nada y que no van más allá de una representación formal básica o estética.

Un ejemplo: ¿Qué te sugiere Lanzzame? "Lanzamiento" o "lauch" en inglés, ¿verdad? ¿Un cohete quizás? Genial, seguro que si incluimos un cohete en la palabra Lanzzame queda súper original y la gente flipará con esta muestra de creatividad e ingenio.

Varios logtipos con cohete

¡Ouch!

Esto pasa mucho cuando encargas el típico logo por 5€ en Fiverr, o cuando no das más información que el nombre de la empresa/proyecto/startup y a lo que se dedica. Es insuficiente.

El logotipo no es solo un "símbolo bonito", es la representación final de nuestra identidad, el portador de todo el mensaje que transmite nuestro proyecto. Así que, antes de dibujar o representar visualmente nuestra marca, primero tendremos que conocerla, que crearla.

El proceso de creación de tu marca

1 / Definiendo tu marca

Si en Lanzzame hago mucho hincapié en que antes de mostrarte has de conocerte, aquí también es imprescindible definir primero nuestra marca antes de comenzar a diseñarla, para crear un símbolo perdurable en el tiempo y coherente con lo que queremos transmitir.

Para eso Álex Martínez Vidal propone una serie de preguntas que me ayudaron una barbaridad para construir los cimientos de la marca de Lanzzame. He copiado exactamente lo que respondí en aquel momento.

¿Qué ofrecemos? ¿Qué obtiene el cliente de nosotros?

Lanzzame es un curso online de marca personal.

¿Cuál es nuestro valor añadido? ¿Por qué van a elegirnos a nosotros en lugar de a otro del mismo sector?

¿Qué queremos transmitir? Resumirlo en 3-5 adjetivos o valores.

Autenticidad, confianza, cercanía, transparencia, optimismo, rebeldía.

¿Cuáles son nuestro mensaje y creencias? Orientado al interior, a nuestra manera de funcionar como empresa. A nuestra filosofía.

2 / Referencias y moodboard

Durante esta parte me dediqué a buscar referencias y recopilar imágenes, colores, fuentes y recursos que me transmitiesen esos valores que quería transmitir luego yo con mi marca. Con ellos compuse el moodboard del que me inspiraría para crear, por ejemplo, una interfaz de la plataforma limpia y transparente, donde predominase el azul (color fresco y tranquilizante que se asocia a la parte más intelectual de la mente).

3 / Diseño del logotipo

Para entonces ya había desechado completamente la idea de "lanzar" nada en el logotipo. Sí, el curso pretende impulsarte hacia adelante en tu carrera profesional y de ahí el nombre, pero hay muchas otras cosas que hacen eso. Cambiar de peluquero puede hacer eso. No, yo quería transmitir el cómo. Y el cómo era más profundo: tenía que representar esa búsqueda hacia la autenticidad y la diferenciación.

El logotipo acabó siendo una reproducción de un sistema educativo-laboral estricto y geométrico, clónico, donde cada elemento intenta encajar hasta el punto de perder parte de su identidad (simplificación de las aes). Y ahí, en medio de todo, un grito de creatividad, color y rebeldía que trata de recuperar y de mostrar su verdadero ser.

4 / Aplicación

A partir de aquí todo salía rodado y cada decisión no ya se basaba en "lo que queda bonito" o "lo que me gusta", sino lo que era coherente con todo eso que había estado definiendo.

El tagline (o claim de marca) salió solo. La diferenciación, la autenticidad, el curso en sí se basaba en una premisa inquebrantable: Todos somos únicos.

Cada uno con sus propias habilidades, con su propio estilo; surfeando las mismas olas, el mismo mar.

Nota final

No tienes que ser diseñador para conocer estas cosas, no tienes que saber manejar las herramientas de dibujo. Plantearte estas preguntas y ser capaz de transmitir estas ideas a tu diseñador o a la persona que sí sepa manejarlas marcará la diferencia entre un símbolo que represente tus valores y la esencia de tu proyecto... y uno que no.

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PS: Estos días estoy por Madrid. El martes y miércoles estaré trabajando desde el Google Campus todo el día, así que si estás por aquí y te apetece pasar a saludar escríbeme por Twitter y nos tomamos un café.