A principios del 2019 me encontré en mi peor estado de forma en muchos años. Desde el lanzamiento de SinOficina 6 meses atrás había estado trabajando hasta 12 horas al día, 7 días a la semana y eso había afectado a mi salud en general.
Yo lo veía normal. Estaba sacando adelante un proyecto y no había tiempo que perder. Al menor descuido alguien me iba a adelantar por la derecha. O eso pensaba yo...
Emprender online con un negocio propio suele ser j*dido para la salud porque se juntan una serie de factores: Primero, no tienes horarios ni jefes, lo que hace difícil poner un límite a las horas que trabajas. Sobretodo cuando te apasiona lo que estás haciendo. ¿Ver una serie? ¿Para qué? Me entretiene más averiguar cómo añado esta nueva funcionalidad en la web.
Segundo, el trabajar frente al ordenador implica una tendencia hacia un estilo de vida sedentario. Si no me obligaba a salir de casa podía no hacerlo en todo el día (¡bendito podcast que me hacía salir a grabarlo!).
Y tercero, el hecho de emprender en solitario y sin socios hacía que toda la responsabilidad recayese en mí. Toda la carga mental que supone estar diariamente tomando decisiones que van a afectar directamente el éxito de tu proyecto es algo que pasa factura. Y al no tener socios no puedes liberarte o al menos dividir parte de esa carga.
Yo sabía que tenía que preocuparme por mi salud como quien sabe que fumar es malo. Pero continuamente aplazaba esa tarea: “cuando llegue a 100 suscriptores freno un poco”. “Cuando llegue a 150 ya sí que sí”.
Y llegaba pero no frenaba.
La sesión que dio Sergio Espinar en SinOficina sobre salud fue el revulsivo que necesitaba. Eso, y que durante el mes que pasé viajando por Estados Unidos y en el que no le pude dedicar al proyecto más de 2-3 horas diarias, descubrí que tal vez no era necesario dedicarle 12 horas al día. Que podía bajar una marcha e ir avanzando a un ritmo más sostenible.
Hablé con Sergio y acordamos que él me asesoraría en temas de alimentación, ejercicio y descanso. Farmacéutico y nutricionista, Sergio estaba a punto de lanzar WomanLift y, entre eso, asesorías y conferencias sentía que no estaba siendo todo lo productivo que pudiera. Así que yo, a cambio, le asesoraría en temas de proyectos online y productividad.
Tras mes y medio, una pequeña lesión y la campaña de las últimas semanas detuvo la evolución. Pero mientras estábamos hablando de retomarlo, le propuse a Sergio:
—Oye, ¿y si lo hacemos en público? ¿Y si permitimos que otra gente que está en nuestra misma situación aproveche los consejos que nos vamos dando el uno al otro?
Estuvimos pensando en qué formato lo haríamos: YouTube, podcast, blog... Pero queríamos que fuese lo más parecido posible a las conversaciones que teníamos en WhatsApp... pero con funcionalidades que diesen más juego.
¡Boom! Telegram.
Con un canal de Telegram podríamos emplear distintos formatos según interesase: vídeos de ejercicios, audios con consejos, enlaces a contenido adicional, archivos de recursos, encuestas, etc.
La idea era poder compartir contenido útil relacionado con emprendimiento online, productividad y salud de una manera que no supusiese un esfuerzo extra para nosotros.
En apenas unos minutos monté la web y, durante la sesión de la semana pasada, presentamos el proyecto: Sergio vs. Bosco.

En este canal de Telegram podrás conocer mi rutina de hábitos matutina o escuchar a Sergio destrozar mitos sobre la alimentación y el entrenamiento. Pero también hacer preguntas específicas un día a la semana o conocer a referentes que irán pasando por el canal para dejarnos algunas perlas.
Además, iremos mostrando los resultados de esta “mentorización cruzada”. Eso sí: sin edición, sin maquillajes, sin postureo y sin filtros. Si un día me zampo una hamburguesa, me salto un entrenamiento o no consigo tachar una tarea en toda una mañana lo diré. Para Mr./Ms Perfection ya tenemos Instagram.
En mi caso será la evolución del podcast, con un formato mucho más abierto, directo y experimental. Y tengo muchas ganas de darle caña.
Con esto termino el artículo, cierro el portátil y salgo al río a correr. ¿Que no te lo crees? Echa un ojo al canal de Telegram.