A partir del año 450 a. C. Atenas se convertía en el centro cultural del mundo griego. Desde las colonias y otras ciudades llegaron un gran grupo de profesores y filósofos que se llamaban a sí mismos sofistas y que vivían de enseñar la sabiduría a los ciudadanos.
La palabra «sofista» (del griego sophía, «sabiduría») significa precisamente eso: persona sabia o hábil. Fue durante este tiempo que vivió Sócrates, uno de los filósofos que más influencia ha ejercido sobre el pensamiento europeo.
Sin embargo, Sócrates no se consideraba sofista porque nunca se vio como poseedor de la sabiduría. Se llaba a sí mismo filósofo, en el verdadero sentido de la palabra.
«Filósofo» significa en realidad «uno que busca conseguir sabiduría».
Sócrates, como filósofo, era consciente de que en realidad sabía muy poco y, por eso mismo, intenta una y otra vez conseguir verdaderos conocimientos. De ahí su famosa frase: Solo sé que no sé nada.
El mundo está lleno de sofistas. De gurus y de expertos charlatanes que dicen poseer la verdad absoluta, el método infalible y que nunca, nunca se equivocan.
Y a menudo, cuando empezamos a mostrarnos como profesionales, caemos en querer parecer más de lo que somos, movidos por el famoso mantra fake it ‘till you make it.
No hay nada más ridículo que un junior dándoselas de sabelotodo.
¿Y si en lugar de adoptar la postura del sofista adoptamos la del filósofo?
¿Y si nos mostramos al cliente con la actitud de «no lo sé todo, pero voy a dar lo mejor de mí para buscar la solución idónea, y lo haré aprendiendo en el proceso»? Al fin y al cabo, el buen profesional vive en aprendizaje continuo y cada proyecto, cada cliente, te convierte en alguien más sabio.
Cuando adoptas la postura del “guru” puede cegarte tu ego, no reconocer tus errores y no ser capaz de rectificar a tiempo.
No se trata de no tener criterio propio o de mostrarse inseguro, sino en cambiar dónde se asienta esa seguridad.
Si asentada en tu sabiduría o conocimiento, la seguridad es frágil, sobretodo cuando estás empezando. Un pequeño error, una duda, y la máscara de experto quiebra como el vidrio.
Pero si la seguridad se asienta sobre tu actitud: proactiva, honesta, resolutiva…
Entonces eres imparable.
Te echábamos de menos los domingos. 🤗
Y el reencuentro no ha podido ser más acertado: a intentar ser filósofos y recuperemos el espíritu crítico!!!!
Gracias Bosco.
Un día un filósofo me comentó que es imposible que Sócrates dijera esa memez: "Sólo sé que no sé nada". Me comentó que con la inteligencia que mostraba en sus actos no le veía capaz de expresar eso. Dice que se interpretó mal lo que deseaba decir. Y eso viene muy bien para explicar lo de los sofistas y filósofos. Muchas veces nos quedamos con lo que se nos dice sin analizarlo profundamente para poder entenderlo y aceptarlo. Muy buena reflexión Bosco. 😉