La medida de la felicidad

Bosco Soler en el interior de una cascada a las afueras de Dalat, Vietnam
En el interior de una cascada a las afueras de Dalat, Vietnam

Un buscador es alguien que busca, no necesariamente alguien que encuentra. Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando, es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda. - Jorge Bucay (El Buscador)

El 30 de enero de 2012 comencé un diario. Siendo plenamente consciente de que soy lo más inconstante y caprichoso que ha parido la tierra, lo empecé así:

“Me he descargado esta aplicación para intentar mantener un seguimiento de mis propósitos y mis proyectos. Veremos cuanto me dura”.

Hoy, 4 años más tarde, he escrito mi entrada número 1362.

Mil trescientas sesenta y dos.

Digo entradas porque no es un diario/libreta física, es una aplicación móvil. Lo sé, es menos “romántico” pero mucho más práctico al moverme. No se pierde, no pesa y puedo añadir una foto a la entrada, guardando así la localización. Es increíble lo que una frase y una imágen te pueden recordar de un momento que pasó hace tres años.

Durante estos años el diario ha ido evolucionando. Al principio establecía un día a la semana como evaluación, entradas aleatorias cuando me acordaba, etc. Con el tiempo me acostumbré a ir anotando todos aquellos momentos “singulares” o que se salían de mi rutina. Desde ver un amanecer en la playa hasta tomar una cerveza con un amigo que hace tiempo que no veía.

Había días que publicaba una, otros dos e incluso había días que daban para mucho y tenían tres anotaciones. Otros días sin embargo no hacía nada especial y se quedaban en blanco.

El llevarlo en el móvil me permitía apuntarlo en 5 minutos. Mientras el resto del mundo contaba lo que comía y hacía en Twitter, yo me lo quedaba para mí. Se convirtió en un “timeline” privado de momentos y reflexiones espontáneas y, así, llegué a las 1362 entradas.

Captura de pantalla de mi diario

Hace unos meses descubrí el relato de El Buscador de Jorge Bucay, en el que describe un lugar donde sus habitantes cuentan el tiempo vivido únicamente teniendo en cuenta los momentos de felicidad.

Me di cuenta de que inconscientemente había convertido mi “app-diario” en exactamente eso. Un contador de momentos especiales. Un medidor de felicidad. Podía navegar sus páginas y descubrir qué épocas de mi vida había estado más “vivo” y cuales me había acomodado en la monotonía.

Los viajes estaban plagados de momentos increíbles, claro. Pero aquí también había vivido épocas de proyectos ilusionantes que quedaban así plasmados en palabras e imágenes. Otras semanas eran más grises. Eran días que había vivido en piloto automático.

Decidí entonces que no podía haber día que no escribiese en mi diario, que no hiciese algo único. Ya fuese probar una nueva receta, retomar el contacto con un amigo o descubrir un sitio nuevo de Madrid.

¿Sabes los brazaletes o fitness trackers que miden tu actividad física y te motivan a lograr el objetivo diario? Al final crean una sana “dependencia” al ejercicio, al movimiento, y tu cuerpo se siente raro cuando pasa un día sin caminar lo suficiente.

Yo lo siento así con mi diario. Me he acostumbrado a la búsqueda de momentos que me hagan sentir vivo. Al hambre y a la curiosidad. No ya en sentido hedónico, pues a veces basta una pequeña victoria moral. Una entrada en el blog de la que estoy orgulloso. Un libro acabado. Un gesto con un desconocido.

Pero el detenerme y emplear un momento para documentar este momento de felicidad me hace ser consciente de que ese ha sido un día vivido.

PD: Antes escribía en este blog. Ahora comparto ideas y aprendizajes para emprender en la newsletter de SinOficina. Recíbela tú también cada domingo:

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21 comentarios

  1. La foto es IMPRESIONANTE Bosco!! :-O

    Y me encantó la entrada. Yo comencé un diario cuando era pequeña y no he vuelto a hacerlo. Es cierto que el poner las cosas por escrito te hacer ser más cosciente y agradecido con la vida 🙂 Me has convencido para volver a intentarlo

    Me encanta que sigas escribiendo!!

  2. Grande como siempre Bosco con tus reflexiones! Cuando nos tomamos aquel café para ver como seria mi viaje me hablaste de la aplicación y me la baje también. A los pocos meses fui reduciendo el numero de entradas ( parece que no eres el mas inconstante 😉 ) hasta que al final no he escrito desde hace mucho y eso que hecho grandes cosas. Gracias a tu entrada me pondré a ello a ver si me supero.
    Gracias, un abrazo.

  3. Que buena idea. Lo de escribir a diario puede ser un poco ambicioso, pero hay que ponerse objetivos ambiciosos.
    Supongo que no has puesto el nombre de la aplicación por algún motivo. Nos puedes dar alguna pista localizarlo entre la multitud que aparecen en play Store.

    Gracias

  4. ¿La aplicación es sólo para iphone? Intentaré buscar otra parecida... Me apetece mucho empezar a capturar mis momentos de felicidad. ¡Gracias!

  5. Un post realmente inspirador. Yo me bajé una aplicación similar para Android, pero he descubierto que me va más el papel. Es cierto que a veces no puedo llevar la libreta a todas partes y que no puedo poner fotos. Pero por algún motivo siento más conexión cuando escribo a boli.
    No he llegado a escribir tanto como tú, reconozco que en eso me das cierta envidia 🙂

  6. Hola Bosco! Te mando un beso gigante desde Mendoza, Argentina (si querés una entrada sobre este hermosísimo lugar, puedo ayudarte)
    Yo tuve también un montón de diarios, y hubo un año en que escribía sólo lo positivo del día, por pequeño que fuera, en tickets de autobús o papelitos que fuera encontrando, para guardarlos en un frasco. A finales de ese año abrí el frasco y releí todo lo feliz que fui ese año... Fue genial! No sé por qué dejé de hacerlo pero con tu publicación me inspiré a reiniciar ese pequeño desafío.
    Miles de gracias por hacer este blog!

  7. Descubrí tu blog a comienzos de ésta semana y me encanta!. Estaré siempre pendiente de lo que vas compartiendo. Te mando un saludo desde Encarnacion Paraguay!. Visitanos en alguna ocasión!

  8. Escribir en el teléfono es de lo mas practico ya que lo tienes contigo la mayor parte del tiempo y cuando tienes una idea la puedes apuntar inmediatamente.
    Desde hace un par de años también escribo una especie de diario en mi teléfono: reflexiones, ideas, observaciones. Aunque para que sea realmente un diario le faltan varias cosas, primero, tener fecha, que solo son notas que tomo en un viejo Nokia C2. Veré si encuentro una aplicación parecida para android y empiezo a llevar un mejor control.
    Gran entrada, Bosco. Un gusto leerte.

  9. Hola Bosco!! Yo estoy usando la aplicación Notes del iPhone con el mismo propósito! Qué usás vos?

    Hay una película que me abrió mucho los ojos sobre lo que comentás… bah, en realidad son varias, pero esta es la que más me gusta: About Time. Si no la viste, dale una oportunidad.

    Un abrazo!

    1. Eki, yo uso DayOne. Es más específica, lo que la hace más cómoda de usar.

      Sí, he visto la película y está genial 🙂 El final es para quedarte pensando, eh?

      Un abrazo!!

  10. ¡Bosco!

    Qué bueno volver a tener noticias tuyas tan seguido. 🙂

    Me gusta mucho todo esto que dices.

    El año pasado cuando decidí ir a pasar una temporada a Estambul ( ciudad que ultramega recomiendo) empecé una especie de diario viajero.
    Me hice un Tumblr y cada día tenía que hacer una foto de lo que había significado ese día y acompañarlo de una pequeña frase. Fue un ejercicio curioso, había días en los que era muy fácil hacer una foto de El momento, otros me costaba un montón e incluso hubo días en los que llegué a tener varios momentos y tuve que decidirme sólo por uno.
    Lo mejor de todo es que cada vez que veo las fotos recuerdo exactamente lo que pasó ese día y por qué esa foto está ahí.
    Hacer esto fue algo que me enganchó y me propuse seguirlo cuando llegué a España pero sin embargo no fui capaz, curioso, mis días en Estambul no eran todos de película y también tenía una rutina pero parece que cuando estamos fuera la rutina se hace un poco menos rutina.
    Definitivamente es algo que tendría que retomar.

    Gracias por seguir inspirándonos. 🙂

    Un saludiño.

  11. Llegas justo en el momento en el que me planteo volver a escribir un diario.

    Me siento un poco frustrada últimamente con la escritura. El post del lunes se me está haciendo cuesta arriba, y me cuesta entenderlo. Siempre ha sido fácil para mi escribir. Siempre he "creído" saber cómo plasmar pensamientos en papel (o en pantalla).

    Ahora se me hace algo vacío. Puede que sea porque, con el blog, me he acostumbrado a escribir para los demás, y no para mi.

    Retomar un diario puede que sea una buena idea.

    Enhorabuena por tu retorno. Un besazo gordo de mi parte, (y otro de Tony Ventura) 😉

  12. A mi, como a Ana, me va más el papel. Pero también llevo unas cuantas notas en el móvil ^^
    Tengo 30 años y sólo tengo unos 7 diarios acabados desde los 17. Una penita porque es una herramienta de introspección impecable y ayuda muchísimo a superarse. Puedes ver en qué cambiaste y en qué no. Si te gusta o no, de dónde puede venir esto o aquello. Además la forma que tienes de expresarte también te dice mucho de ti.
    Personalmente creo q no tenemos por qué escribir únicamente lo bueno. Yo soy más positiva hoy que hace años gracias a releerme y reflexionar sobre ello. También es una parte de nosotros y no tenemos que escribir ni gustarle al mundo. Sólo ser, en mi opinión.
    Por supuesto, recordar los buenos momentos también nos ayuda a ser agradecidos y vivir más el pesente; nos acerca más a la idea de nuestra/la felicidad. O sea, que escribir un diario siempre es bueno. Para lo bueno y para lo malo, siempre enseña, como la vida misma que es la que releemos luego de nuestro puño y letra.

    Mola.