Hace unas semanas acababa de llegar a Chicago, una de las paradas de nuestra ruta estadounidense. Cuando ya llevaba aquí un par de días, mi hermano comentó durante una conversación:
—¿Sabes que Brian Gardner vive aquí?
—¿Ah, sí? No tenía ni idea.
—Pues sí. Deberías escribirle.
Sonreí y le miré con burla antes de quedarme en silencio unos segundos y contestar:
—¡J*der, pues claro que le voy a escribir!
Ahora, para quien no sepa quién es Brian Garner haré un inciso. Brian es un referente dentro del mundo WordPress porque es el fundador de StudioPress, el equipo detrás de Genesis, el framework y plantillas más utilizadas en WordPress. Hablamos de varios millones de páginas entre las que incluyo la mayoría de las que he hecho yo. Si, también esta.
Para cualquiera que trabaje con WordPress y Genesis, obviamente, sería un lujazo conocerle. Pero, además, Brian ha sido para mí un referente en cuanto a esilo de diseño y en cuanto a comunicación. Sus artículos y newsletter siempre han sido muy honestos, mostrando tanto lo bueno como aquello que se suele ocultar al público cuando quieres proyectar una imagen de éxito.
Si soy tan directo y tan transparente en mi manera de comunicar es porque gente como Brian me inspiró a hacerlo.
Este último año y medio he conocido a mucha gente interesante simplemente invitándoles a hacer una videollamada. Pero eso me ha curtido también en rechazos.
«Total, el “no” ya lo tengo», pensé. «No pierdo nada».
Así que hice un apaño rápido con un editor de imágenes y publiqué este precioso tweet:
Y, contra todo pronóstico, Brian contestó y aceptó la propuesta.
Así que después de un intercambio público de tweets para decidir lugar y hora y un par de días después, allí estábamos los dos pasando la mañana en un Starbucks hablando de emprendimiento online, diseño web y comunidades online (sí, por supuesto le enseñé por dentro SinOficina, ¿qué pregunta es esa?).

Y cuando ya hubiese podido darme con un canto en los dientes y volverme a casa la mar de felizote... saco el móvil del bolsillo, le planto a Brian el micro delante de su jeta y, sin darle ninguna explicación, le suelto:
—Brian, you have no shame! You're a shameless person! (¡Brian, no tienes vergüenza! ¡Eres un SinVergüenza!)
Y el tío, en lugar de sorprenderse, ofenderse o quedarse en blanco, coge y se parte el c*lo en mi cara.
Y ahí comenzó la entrevista a uno de los más grandes SinVergüenzas que he tenido el orgullo de conocer. Un tío que no tiene reparos en decir las cosas como son y en mostrarse al mundo (online) tal y como es en realidad. Entrevista con la que este viernes cumplí los 100 episodios del podcast y con la que cierro la primera temporada.
La puedes escuchar aquí y también leer la transcripción y traducción de la conversación. Dura apenas 10 minutos en los que hablamos de su camino desde gestor de proyectos en un estudio de arquitectura hasta crear StudioPress y venderlo hace unos meses. Y también de comunicación honesta y de comunidades online.
Y su reflexión final es la leche. Toma clickbait.
Pero, en realidad, lo que quiero transmitirte con toda esta historia es que muchas veces dejamos ir oportunidades simplemente por no intentarlo. Simplemente porque lo vemos como algo fuera de nuestro alcance.
Y lo peor de todo es que son situaciones es que las posibles pérdidas (unos minutos de tu tiempo o pasar un poco de vergüenza) son ridículas comparadas con la posible ganancia.
Si me lees desde hace tiempo sabrás que soy todo menos un Mr. Wonderful. En lo que creo es en la proactividad y en la estadística.
Reunirte con tu referente, pedirle una cita a la persona que te mola, tratar de vender tus servicios a un cliente grande...
Inténtalo. El “no” ya lo tienes.
Fallas el 100% de los tiros que no lanzas.
—Wayne Gretzky
PS: Tenía muchas ganas de volver a escribir pero muy poco tiempo. Ahora que me tomo un descanso con el podcast seguiré compartiendo contigo lo que voy aprendiendo de los proyectos que lanzo, los viajes que emprendo y de la gente como Brian que la vida (y una buena dosis de proactividad propia) pone en mi camino.
PS2: De nuevo, la entrevista.