
Estos últimos días le estoy dando muchas vueltas a la cabeza pensando en qué camino seguir con SinOficina a partir de ahora.
Hace tiempo que me di cuenta de que el crecimiento del coworking online iba a tocar techo algún día, lo que no esperaba es que fuese tan pronto. Ahora somos 350 y veo claro que ese límite será, estirando mucho, 500 miembros.
Cuando montas un negocio físico entiendes que hay ciertos límites. Si montas una cafetería vas a estar limitado por el tamaño del local. Como mucho podrás alquilar/comprar el local de al lado para ampliarlo, pero no mucho más. Cuando montas un proyecto online no te planteas que tenga un techo de crecimiento más allá del tamaño de mercado.
He hablado con otros compañeros y pensado varias maneras de esquivar estos límites y tratar de seguir creciendo con SinOficina bajo el concepto de coworking online, pero ninguna permanecía fiel a los principios con los que empecé el proyecto. Al final, un coworking online se basa fundamentalmente en la colaboración y la co-creación entre miembros de la comunidad. Y para que ese sentimiento de comunidad no se pierda y se convierta en una simple red social, ha de haber un límite de personas implicadas aunque no existan un límite espacial.
Por eso creo —sin ser el único ni mucho menos— que en unos años las redes sociales irán perdiendo importancia en relación a las comunidades online. Agrupaciones de personas en torno a temáticas concretas o valores comunes donde sus miembros conectan online de una manera más profunda que como lo harían en Facebook o Instagram. Con una monetización más transparente que la de utilizar nuestros datos personales y de comportamiento para ser carne de anunciantes en plataformas diseñadas para que gastemos nuestro tiempo en ellas.
Entonces, ¿qué pasará cuando lleguemos a 500?
Que no podamos crecer en miembros dentro del coworking online de SinOficina no significa que no pueda seguir creciendo de otras maneras. Se me ocurren dos:
Primero, bajo la marca SinOficina, proponiendo soluciones para un mercado cada vez más grande de trabajadores en remoto, freelance y emprendedores online. El Evento SinOficina es un ejemplo, pero hay más ideas en la recámara que me apetece mucho ir explorando y que iré compartiendo por aquí.
Segundo, bajo mi marca personal, continuando con el reto 12×24h como ejemplo de la metodología lean aplicada a la creación de proyectos online y creando otros proyectos relacionados con el autoconocimiento, la experimentación y el minimalismo.
Siento que mi camino emprendedor cada vez se asemeja más a un viaje sin billete de retorno. Explorando distintos países y decidiendo el siguiente sobre la marcha.
Sin saber muy bien dónde acabará todo y con el único objetivo de aprender, compartir y disfrutar de la aventura.
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PS: La foto es de una de las playas en Mallorca, donde estuve 4-5 días visitando unos amigos y tratando de desconectar pensando en estas cosas.