CREÆ: el camino al éxito

Hace unos meses traté de resumir el camino al éxito en una palabra que pudiese escribir y enmarcar delante de mi escritorio.

Tras darle muchas vueltas y dejar pasar muchos días sin encontrar el término que lograse sintetizarlo todo lo que quería, me inventé uno:

CREÆ.

Es, como imaginas, la fusión de otras dos: CREE y CREA.

Son las dos características que tienen en común todas las personas a quien admiro. Y los dos principios que, a mi modesta escala, me han llevado al punto en el que estoy ahora.

CREE en ti. Cree en tu proyecto, en tu idea, en tus capacidades para llevarlo a cabo.

Cree hasta el punto de cegarte.

Recuerdo cuando era nadador. Mi especialidad eran los 50 y 100 metros libres; las pruebas más rápidas.

En una competición, la piscina se divide en 6 u 8 calles y las centrales son ocupadas por los nadadores más rápidos de cada prueba —por eso en la tele verás los nadadores formando una V horizontal.

Cuando me tocaba nadar en una de las calles de los extremos significaba que mis compañeros de prueba tenían mejores tiempo que yo. En una prueba tan rápida era difícil mejorar mucho los tiempos y superar las calles centrales.

Pero en ese momento no te permites pensar en eso. Olvidas los tiempos, lo racional. Sales a ganar. Te engañas. Porque solo engañándote tienes posibilidades de hacerlo real.

Cuando echo la vista atrás y recuerdo, hace 2 años, presentando SinOficina en directo ante 250 personas y confiando en que un porcentaje de ellas viesen suficiente valor en ello como para pagar… pienso: ¿¡en qué leches estaba pensando!? Todo el mundo me había advertido que nadie en España pagaría por una comunidad online. Y aquí estamos.

Me doy cuenta que ha habido momentos puntuales en mi vida en los que me he “autoengañado”. A veces, incluso, de manera consciente. Me he tomado una pastilla imaginaria que me hacía creer que eso iba a salir bien, que lo iba a lograr.

Y, en muchas de las ocasiones, esa seguridad ha sido determinante.

No sé si la “gente de éxito” tendrá esa confianza en sí mismos de serie o tendrán que usar trucos mentales como yo. Pero sea como sea, estoy seguro que para lograr algo has de creer en ti mismo.

Pero no te puedes quedar solo en la creencia. Tienes que materializar. Producir.

CREAR.

Creer sin crear es quedarte en el misterwonderfulismo. Es llevar años creyendo que tienes una buena idea de negocio y contarlo en cada evento de networking al que asistes o en tu grupo de LinkedIn.

Crear no te garantiza el éxito. Pero te garantiza comprar un boleto. Y aprender con ello.

La gente que admiro crea. J*der, ¡no paran de crear! Crean negocios, crean proyectos, crean contenido que comparten en forma de artículo o de vídeo. ¿Cómo les da tiempo a aprender de tanto y luego, además, compartirlo?

Te cuento un secreto: en muchos casos, crean para aprender.

¿Quieres ser desarrollador web? Desarrolla webs. ¿Quieres ser escritor? Escribe. ¿Quieres tener un negocio exitoso? Monta 9 que no lo serán.

Las personas sobrestiman los beneficios de aprender consumiendo cosas y subestiman los beneficios de aprender haciendo cosas. — David Perell

Crea, aunque solo sea para aprender.

Leer esta reflexión está bien. Crear la tuya será todavía mejor.

¿No crees que puedes hacerlo?

* * *

PD: La imagen es de mi escritorio. He añadido CREÆ a una fotografía de Mark Lamontagne. Si te gusta, puedes descargarlo aquí.

PD: Antes escribía en este blog. Ahora comparto ideas y aprendizajes para emprender en la newsletter de SinOficina. Recíbela tú también cada domingo:

¿Quieres compartir este artículo?