Cartas en blanco (I)

Hoy vuelve a ser uno de esos días en los que no qué escribir, así que escribiré un poco de todo.

Estoy empezando a ser consciente de todo el contenido que he de crear durante la semana: mi newsletter personal, la newsletter de SinOficina y cada uno de los 5 episodios semanales del podcast. 

Y eso cuando no tengo que preparar alguna de las sesiones.

Sin embargo, por mucho tiempo que emplee en ello, no me gustaría tener que sacrificar estos emails. Algunos, como este, que parecen más cartas que artículos. Algunos, como este, que en días como hoy carecen de tema, de hilo conductor o de sentido.

Es curioso. Cuando elimino el tema y simplemente me pongo a escribir... mágicamente surgen las palabras. 

¿Es así como se escriben los libros?

¿Debería escribir uno? A veces me apetece. Otras veces pienso, ¿por qué molestarse?

Pero entonces, ¿por qué molestarse con cualquier otra cosa que nos haga salir del canon, del camino habitual?

Y te das cuenta de todo el abanico de razones que existen para hacer las cosas, para hacer cosas.

El otro día estuve en la firma del libro de Anina y Pablo. Deberías conocerles.

Cambiando de tercio... ¿qué te puedo contar? ¿qué esperas que te cuente?

No quiero hablar siempre de SinOficina, pero me resulta difícil no hacerlo. Ahora mismo todo lo que hago gira en torno a eso.

Esta semana hemos tenido muchas altas de golpe y ayer tuve que cerrar los registros temporalmente. Aquí explico por qué.

Bendito problema, pensarás. Pues sí.

Me apetece viajar.

Pero también me apetece empezar algunos de los proyectos que tengo en el baúl de las ideas. 

Hay uno que te encantará. Y en marzo iré a Birmingham para asistir a una formación de varios días en emprendimiento social que espero me ayude a sacarlo adelante. 

Focus.

Ahora que lo pienso... ¿qué título le puedo poner a un texto como este? ¿Debería tenerlo?

Me siento identificado con él. Saltando de tema en tema sin guión, sin estructura, sin más hilo conductor que el que define la última palabra de cada párrafo.

Como si un título fuese capaz de definirle/me.

Busquemos algo que no lo limite entonces. Que le dote de libertad para hablar de lo que sea que le plazca.

Llamémosle Cartas en blanco.

No. Mejor Cartas en blanco (I). Porque seguro que luego vendrán más.

PD: Antes escribía en este blog. Ahora comparto ideas y aprendizajes para emprender en la newsletter de SinOficina. Recíbela tú también cada domingo:

¿Quieres compartir este artículo?

10 comentarios

  1. Pues tampoco tengo mucho que aportar hoy pero la verdad es he disfrutado tanto leyéndote que tenía que poner "algo" y hacerte sentir que es agradable leerte, como esos ratos tomando un café junto a una ventana soleada sin más objetivo que disfrutar y pasar el tiempo 🙂
    Esos ratos suelen ser muy valiosos y necesarios.
    Me encantó el título, sincero y abierto a cualquier plan.
    ¡Feliz domingo!

  2. Yo lo titularía "Bosco Storming".....

    Me encanta el concepto de "el único plan es que no hay plan", porque de ahí surgen las mejores ideas, al no haber ningún tipo de presión ni de expectativas.

    Sólo flow, presente y señales de la vida.

    Feliz domingo querido Bosco y seguidores de esta newsletter. 😁

  3. Hola, me gustaría decirte que aunque sin tema o gran reflexión fue una buena carta. Aveces estamos muy estancados en nuestro pensamiento y al leerte siento un cambio de ánimo. Gracias por no parar de escribir.

  4. Eres increíble Bosco.
    Justamente son los momentos "Cartas en Blanco" que te hacen tomar perspectiva y mirar(se) con otros ojos.
    I look up to you. Sigue así (osea sé, sigue siendo siempre muy tú).
    Un fuerte abrazo,
    Julia